A simple vista, un largo muro de ladrillo que dejaba más preguntas que respuestas. Sin embargo, la colocación recientemente en la zona de un codigo QR viene a responder todas las dudas de los curiosos, puesto que especifica exactamente en qué consiste este proyecto, bautizado, en un homenaje a lo evidente, Casa Muro.
Se trata de una vivienda de 505 metros cuadrados que llevará la firma del arquitecto catalán Crisant Romans. Al contrario que las casas unifamiliares, construidas normalmente en el centro del terreno con el jardín rodeándola, esta «funciona al revés».
Es decir, que el espacio que ocupará la vivienda estará pegado al límite del terreno, de ahí el muro, y en el centro tendrá un patio con árboles. «Es una parcela triangular calificada como de uso comercial, por lo que la normativa lo permite», explica Romans, que empezó a concebir este innovadror diseño hace ya dos años.
«El objetivo es claro: vivir en una casa aislada del bullicio, íntima, en la que desde todos los ventanales disfrutas de la naturaleza. Y todo, a cinco minutos andando del centro de la ciudad», indica el arquitecto. Una búsqueda de privacidad que cobra más sentido si se tiene en cuenta que la avenida Lledó es siempre muy transitada por paseantes y deportistas.
Se trata además de un proyecto de reaprovechamiento de materiales, puesto que la tierra que se está sacando del terreno para realizar las obras de la vivienda será utilizada para construir una elevación en la zona descubierta, a modo de montaña.