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Industria

La búsqueda de la sostenibilidad salta de la gran empresa a toda su cadena de valor

Mediterráneo reúne a expertos en materia de responsabilidad social corporativa que ponen de manifiesto que las pymes están abocadas a asumir los retos para asegurar su capacidad competitiva

25.07.2023 09:13

A la espera de que España --a partir del próximo mes de diciembre-- asuma en una ley la directiva europea que debe establecer las reglas de juego para extender la debida diligencia en materia de sostenibilidad empresarial, el periódico Mediterráneo ha reunido un exclusivo plantel de expertos que explican cuáles son los principales desafíos a los que se enfrentan las empresas en cuanto al desarrollo de medidas que ayuden a la protección de los derechos humanos y el medio ambiente.

La normativa obligará a las grandes empresas a fijar criterios de sostenibilidad en toda su cadena de valor, suministros, proveedores... que deberán identificar sus elementos críticos y todos los impactos en una medición de riesgos referidos a la protección los derechos humanos y el medio ambiente. De ahí que esta regulación no será ajena a las pequeñas y medianas empresas, que deberán arrogarse también estos compromisos si quieren mantener su capacidad competitiva.

La catedrática de la UJI, María Ángeles Fernández Izquierdo, recuerda que no es un proceso que haya nacido de un día para otro. A lo largo de los años, la sostenibilidad ha ido avanzando en mejoras y eficiencia. «Lo que cambia es que lo que antes era un proceso marcado por la voluntariedad, ahora será obligatorio», explica la académica, al tiempo que resalta el papel de liderazgo empresarial en todo lo que concierne a la cadena de valor. «Ya no hablamos de empresas, sino de líderes en sostenibilidad que van a influir directamente en toda esa cadena y serán polos de atracción para futuras inversiones, nuevos consumidores y el resto de actores que operan en la órbita empresarial».

La responsable de Sostenibilidad y Empresa de la Cámara de Comercio de Castellón, Victoria Rubio, recuerda que la Agenda 2030 de Naciones Unidas trazó con detalle este camino a través de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, con sus ejes focalizados en el aspecto social, ambiental y ecológico. La debida diligencia forma parte de esa hoja de ruta, que marca la obligatoriedad de la normativa una vez se trasponga el documento comunitario.

Este nuevo itinerario sobre la sostenibilidad y las empresas viene provisto de grandes reformas que, en palabras de Luis Guaita, jefe de I+D de Keraben, del Grupo Victoria, suponen «cambios revolucionarios». Para este experto, hay dos aspectos esenciales, como es la transparencia y la participación. En el primer caso, recuerda, «las empresas eran cajas cerradas y, de repente, nos estamos abriendo y conociendo lo que hace el resto. Se informa de lo que hacemos en materia de sostenibilidad y ese carácter público de los hábitos saludables es, en sí mismo, un elemento motivador». En cuanto a la participación, «hoy se involucra a los empleados y se evalúa los impactos que la actividad empresarial ejerce sobre la sostenibilidad en un concepto amplio». «Ese efecto participativo --indica-- tiene un efecto multiplicado».

Las medidas que favorecen la sostenibilidad a lo largo de toda la cadena de valor de la empresa «suponen una gran ventaja competitiva», defiende la directora del Club de Empresas Responsables y Sostenibles de la Comunitat Valenciana, Lorena García. Para la alta directiva del CERSCV, la transparencia «te permite afinar mejor las necesidades y afrontar los retos con mayor éxito».

En el desarrollo de estas medidas, existen otros aspectos fundamentales como el conocimiento y la conciencia, de ahí que se estén incorporando la sostenibilidad, de forma transversal en los diferentes departamentos de las empresas, tal como afirma Ramón Balaguer, jefe de relaciones institucionales de la Autoridad Portuaria de Castellón, quien recuerda que es un asunto que involucra a todos los equipos. «Nadie puede quedar atrás», sentencia.

Y sobre la rentabilidad, todos los expertos consultados coinciden en señalar que no deber suponer un coste adicional. «Los objetivos de una empresa deben medirse a largo plazo y este modelo de entidades sostenibles que queremos es plenamente sostenible económicamente».

Respecto a los actores sobre los que pivotan el desarrollo de estas medidas, destaca en primer lugar la alta gerencia, «pero no hay que olvidar que atañe a todos y de una manera muy transversal», remarcan estos expertos, que además destacan el papel que desempeñan áreas como los departamentos de compra y trazabilidad.

¿Qué es la debida diligencia para la sostenibilidad?

La debida diligencia es un término jurídico. La que se refiere a la sostenibilidad, derechos humanos, medioambiente... ayudará, cuando salga la nueva ley, a tomar todas las medidas «que están en nuestras manos para evitar cualquier paso atrás en estas materias», señala la catedrática María Angeles Fernández Izquierdo. La norma pretende que las empresas rindan cuentas de los impactos negativos -los riesgos- que se dan en toda la cadena de valor, lo que significa que hay que atender a toda la actividad subsidiaria, como son los contratistas, proveedores, etcétera.

Mª Ángeles Fernández: «Todos debemos hacer de la sostenibilidad una prioridad»

Con más de 20 años acercando a los estudiantes todos los conceptos en materia de sostenibilidad, la catedrática María Ángeles Fernández Izquierdo resalta que en la UJI «fuimos pioneros en crear un máster específico sobre este asunto», además de ser los primeros en constituir un vicerrectorado en sostenibilidad y responsabliidad social corporativa. Para la académica, «toda organización debe hacer de la sostenibilidad una prioridad», al tiempo que señala que las empresas deben ayudar a establecer los criterios, en materia de debida diligencia, en toda su cadena de suministros, dentro de la cadena de valor que las envuelve.

«Esta secuencia --detalla-- tiene que identificar todos sus elementos críticos, todos sus impactos en medición de riesgos». El nuevo modelo que se implantará afectará a las grandes empresas, pero en la cadena de valor va a tener una afección directa a las pymes, por lo que es importante «una homogeneización de los proveedores y que se certifique que estos cumplen con los requisitos». En la Comunitat Valenciana ya hay un registro que sirve de memoria de sostenibilidad... »y es gratis», matiza.

Ramón Balaguer: «No se trata de costes, sino de invertir en competitividad»

Para el jefe de relaciones institucionales de la Autoridad Portuaria de Castellón, Ramón Balaguer, en sostenibilidad la rendición de cuentas es muy importante. También incide en el papel que tienen los registros y las normas de certificación «que sirven de gran ayuda, porque son guías que nos permiten evaluar y medir los comportamientos y, con ello, establecer las medidas correctoras que nos posibilitan la mejora constante». Para Balaguer, la implantación de este modelo de debida diligencia para la sostenibilidad debe darse de arriba a abajo en el organigrama empresarial. Y en cuanto al coste, prefiere hablar de inversión «porque la sostenibilidad es una herramienta que permite alcanzar mayor competitividad».

«Todo empieza con la concienciación, que es la premisa imprescindible que debe seguirse con la formación dentro de las empresas». Por otro lado, el directivo de PortCastelló señala la importancia que tiene la elaboración de un código ético, la medición del cumplimiento de los objetivos o establecer un plan de transformación digital para la competitividad. «Todo suma», concluye.

Victoria Rubio: «A todos nos involucra el modelo social sostenible»

«La implantación del nuevo modelo de sostebilidad afecta a todos los resortes de la empresa, pero es verdad que lo hace de un modo especial a la gerencia», según apunta la ingeniera industrial y responsable del departamento de Sostenibilidad y Empresa de la Cámara de Comercio de Castellón, Victoria Rubio.

Y en este contexto, explica que tiene una gran importancia la capacidad del autoanálisis. «Medir a través de indicadores medioambientales, de bienestar... que componen ese intangible es algo que la sociedad cada día valora más», argumenta.

Rubio remarca que si bien la normativa que regulará la debida diligencia en materia de sostenibilidad va dirigida a las grandes sociedades, principalmente, «debemos subrayar que también tendrá una afección directa en las pequeñas y medianas empresas, que forman la cadena de valor de las primeras». Y en cuanto a su aplicación, aboga por una implantación progresiva «para que podamos marcarnos unas metas alcanzables».

Luis Guaita: «Un modelo sostenible es un verdadero camino hacia el éxito»

Luis Guaita, jefe de I+D de Keraben Grupo, compañía perteneciente a la multinacional Victoria, tiene claro que «el valor y el éxito de las empresas tienen que venir a partir de ahora de su capacidad de impactar positivamente en la sociedad y el medioambiente». Para este destacado especialista en innovación y desarrollo, de este modelo «se medirá también el éxito de las empresas».

Como parte de una empresa muy internacionalizada, Guaita también recuerda que en el mundo no existe una única regulación y Europa se ha erigido en punta de lanza en las cuestiones que tienen que ver con la RSC. «Y esto puede afectar a la competitividad de las empresas, por lo que nos vemos obligados a hacer útil este esfuerzo. Nos tiene que servir para diferenciarnos».

En la aplicación de la debida diligencia para la sostenibilidad «tenemos claro que no podemos dejarnos a nadie atrás. Esta norma es una obligación legal, pero sobre todo es un compromiso que nos atañe a todos los que forman la cadena de suministros de las empresas y es una oportunidad para ser mejores y, a la vez, más competitivos».

La directora del Club de Empresas Responsables y Sostenibles de la Comunitat Valenciana, Lorena García, subraya que la «sostenibilidad afecta a todos. A empresas y provedores», por lo que entiende que es fundamental compartir la información. Para la responsable de CERSCV, «la gestión de la comunicación y su transversalidad son aspectos que resultan fundamentales en todo lo que concierne a la sostenibilidad».

Lorena García: «El reto es sumar a las pymes, que son parte de la cadena»

Lorena García, además de incidir en la importancia que tiene la formación dentro de la empresa, explica que si bien la debida diligencia obliga a las grandes compañías, las pequeñas y medianas empresas que forman parte de la cadena de valor también deben dar información y entrar en ese círculo. «El reto --según apunta-- es que esas pymes incorporen todos esos conceptos que tienen que ver con la sostenibilidad». García añade, eso sí, que «existe un riesgo de que haya empresas que se queden atrás en esta transformación, de ahí que es necesario incidir en estos aspectos que tienen que ver con la formación, la transversalidad y la concienciación de todo el entramado empresarial». «El reto es sumar a las pymes, que son parte de la cadena».