Mediterráneo ha dado a conocer este jueves al público las conclusiones del Consejo de Castellón, cuya temática versa sobre La nueva energía para la industria, un tren de oportunidades para el crecimiento, cara a la celebración del II Foro Económico y Social del Mediterráneo, impulsado por ocho cabeceras del grupo Prensa Ibérica, que tendrá lugar los días 17 y 18 de junio en Málaga.
El acto tuvo lugar por la mañana en los salones Moll de Costa Eventos del Grau de Castelló, contando con la presencia de representantes institucionales y empresariales de la provincia de Castellón. Tras las palabras de bienvenida del director de Mediterráneo, Ángel Báez --quien tuvo un recuerdo para el redactor jefe Pepe Beltrán, fallecido este miércoles y uno de los impulsores de estas jornadas-- y la intervención de la alcaldesa de Castelló, Begoña Carrasco, el propio Báez pasó a exponer las conclusiones del Consejo, que está formado por Manuel Argüelles, director general de Energía y Minas de la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo de la Generalitat valenciana; Ibán Molina, director de Hidrógeno Verde de Iberdrola; Guillermo Roth, subdirector de Statkraft en España; Francisco J. Vea, director de Organización y Transformación del Grupo Simetría; Manuel Breva, secretario general de la Asociación de Esmaltes, Colorificios y Fritas para la Cerámica (Anffecc); Aitor Boiza, responsable de Mercados, Sostenibilidad y RSC de la Asociación Valenciana del Calzado (Avecal); Roberto David Hernández, experto en Energía y Gran Consumo de Nedgia (Grupo Naturgy Comunitat Valenciana); Pedro Mayorga, cofundador y CEO de EnerOcean; Juan Vicente Bono, presidente de la Asociación Investigación de Empresas (AICE), y el director del periódico, Ángel Báez.
Así, en sus análisis finales apuntan que el proceso de descarbonización avanza gracias al aumento de la generación de energía renovable, especialmente solar y eólica, «pero esto no siempre se ve acompañado de una expansión de la infraestructura que permita integrar adecuadamente toda la energía generada en la red». Como ejemplo de ello, en 2023 un tercio de las solicitudes de conexión a la red eléctrica en España fueron rechazadas, «lo que equivale a una pérdida estimada de 100.000 millones de euros en inversiones potenciales». Por tanto, el Consejo ve necesario «optimizar las redes y agilizar la planificación del transporte para superar el cuello de botella actual, aprovechando la oportunidad industrial que se nos presenta dado que España tiene una ventaja competitiva por los precios de la electricidad». De hecho, señalan que se puede electrificar más del 80% de la demanda.
El litoral mediterráneo cuenta con recursos excepcionales para el desarrollo de energías renovables y una ubicación estratégica, pero la transición energética y la digitalización de la industria requieren una fuerza laboral altamente capacitada, por lo que es imprescindible que los trabajadores sean capaces de adaptarse, por ejemplo mediante formación dual.
Constatan además que la innovación tecnológica, especialmente la inteligencia artificial, deja rezagados frente a la competencia global a quienes no la implementen, e inciden en la importancia de la coopetencia, la cooperación público-privada, en el desarrollo de infraestructuras compartidas como redes eléctricas y de gas.
Por ello, en el plan de acción que propone, el Consejo reclama ese diálogo constante entre actores sociales, políticos y económicos, involucrar a las universidades y establecer alianzas estratégicas con terceros países para diversificar el suministro de materias primas críticas, así como promover la implicación de la ciudadanía en los procesos de cambio y la creación de entornos colaborativos.