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Las empresas de Castellón abordan el reto de recuperar la rentabilidad

Costes e inflación disparados consumen el efecto positivo de una demanda que continúa en alza, con una crisis de energía y suministros que retrasa una recuperación que la volátil coyuntura ha frenado

  • Las empresas de Castellón abordan el reto de recuperar la rentabilidad
    Imagen de una firma castellonense del sector azulejero, la actividad tractora de la economía provincial y la más afectada por la crisis de los precios energéticos. GABRIEL UTIEL
07.06.2022 15:49

En un escenario de crecientes dificultades las empresas de Castellón han demostrado contar con una estructura de gran solidez ante la que sus mercados han respondido con la demanda intacta y, en algunos casos, creciente.

En un año de pandemia, con los costes disparados y la inflación desbocada, en este punto de 2022 el gran reto es el de recuperar la rentabilidad perdida en forma de recursos propios y financiaciones adicionales, las herramientas con las que se hizo frente a la paralización de la actividad y el alza de precios en los suministros, ya que los incrementos se han repercutido solo en parte al cliente final.

Estos son los ejes del análisis que expertos y agentes sociales, empresarios y representantes de los trabajadores hacen del momento que vive la economía de la provincia en estos momentos.

El presidente de la patronal CEV en Castellón, Luis Martí, sitúa como los principales temas que preocupan a la empresa provincial el hecho de que «la recuperación económica es más débil de lo que esperábamos, en una situación que es común con la Comunitat Valenciana, España y Europa», junto a «una inflación que está descontrolada, no solo en su máximo, sino también la subyacente que, junto a la crisis energética, afectan de lleno a la actividad económica castellonense».

Martí, quien recuerda otros factores negativos como el elevado déficit público o la carencia enquistada de infraestructuras, llama la atención sobre la evolución de la demanda, que se ha mantenido y sigue firme para el azulejo, la industria que genera uno de cada cuatro empleos en este territorio, pero que está gravemente afectada por la crisis energética.

El presidente de CEV Castellón apunta también las buenas perspectivas para el turismo, aunque también declara que están «muy preocupados por el año 2023», en el sentido de que, si no mejora el contexto, inmerso en un ambiente de gran volatilidad, hay dudas de que la tesorería de las empresas puedan afrontar otro ejercicio sin recuperar rentabilidad para volver a sanear su tesorería.

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Por su parte, la presidenta de Cámara Castellón, Mª Dolores Guillamón, sitúa «la escalada de precios es la nota más destacada si analizamos la actual coyuntura económica». En cuanto a las expectativas, añade que «no parecen muy halagüeñas ante el riesgo de que la subida de precios no sea algo coyuntural». Considera que todo apunta a que el acceso a financiación se endurezca arrastrado por unos tipos de interés que irán al alza». Guillamón recuerda que la elevada duda pública hace prever un aumento de la presión fiscal y temer también una mayor conflictividad social.

Pide medidas para «aliviar la presión» de los costes sobre las empresas, una política fiscal «más amable», más inversión en I+D+i y voz propia para Castellón en los principales foros económicos, con el diálogo social como prioridad.

Desde UGT en Castellón, Francisco Sacacia, pone el acento en que la evolución de la economía castellonense está «a expensas de lo que pasa fuera de aquí, con la guerra en Ucrania que influye sobre los costes de la energía y de los suministros, mientras el IPC está en escalada y nuestros trabajadores pierden poder adquisitivo».

Su homólogo en CCOO, Albert Fernández destaca las ventas en positivo del azulejo, la firma del convenio de hostelería y la evolución al alza en la construcción, siempre a la espera «de lo que pase».

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