Más ERTE en la cerámica de Castellón
- Línea de producción en una empresa azulejera de Castellón.
Las jornadas festivas de la Semana Santa habían detenido el ritmo de presentación de expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) en la cerámica, aunque transcurrida la Pascua ya se han presentado más solicitudes. En los últimos días han sido dos las compañías que han optado por esta medida, debida al fuerte incremento de los costes, especialmente del gas natural. Las dos mercantiles tienen su sede en Vilafamés, y suman a 55 personas afectadas.
Desde que empezó este año son 31 las empresas del sector en Castellón que han presentado ERTE, con un total de 4.309 empleados incluidos. A esta cifra hay que añadir, según los datos de la patronal de fabricantes, Ascer, a 459 personas más y cuatro compañías, que ya dieron este paso en el mes de diciembre, lo que da como resultado 35 empresas y 4.768 asalariados desde el inicio de la actual crisis energética.
A pesar de esta cifra, que supone el 28% de todos los empleados del sector, que Ascer cuantifica en 17.000 personas, hay que tener en cuenta que muchos de estos trabajadores no están todavía en una situación de paro temporal, ya que en algunos casos aún se está pendiente de la negociación con los sindicatos, previa a la aprobación definitiva por parte de las autoridades.
Escalada de costes
El clúster cerámico de Castellón cerró el año 2021 con un récord de facturación y exportaciones, con 4.855 millones de euros en ventas, de los que 3.665 corresponden a los envíos a mercados exteriores. Este resultado fue consecuencia de una buena reactivación tras la primera fase del coronavirus. Pero a partir del segundo semestre comenzaron a darse las primeras adversidades, con el problema del tráfico marítimo y el encarecimiento de los costes de los fletes, a los que siguió el progresivo encarecimiento de otros apartados, con especial atención al precio del gas natural. Si en el mes de marzo del 2021 estaba sobre los 20 euros por megavatio hora, según los principales mercados de referencia en Europa, desde el verano hubo una subida que rozó los 100 euros en la media de septiembre y noviembre. A raíz de ello las empresas se vieron abocadas a incrementar sus precios.
La guerra desatada por Rusia en Ucrania ha agravado las circunstancias, con un nuevo encarecimiento del precio del gas. Desde diciembre, varias empresas han optado por disminuir su producción y parar hornos, con el consiguiente impacto en el empleo y la presentación de ERTE. Desde las patronales del sector han reclamado actuaciones a las administraciones para poder sobrellevar estas dificultades, aunque estas ayudas se han considerado como escasas
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