Pamesa consigue la autorización ambiental de una mina en la provincia de Castellón
- Carga de arcilla en un centro logístico del grupo Pamesa.
La Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica ha otorgado una evaluación ambiental favorable a la nueva explotación de extracción de arcillas Mancilla, en el término municipal de l’Alcora.
Según destaca el departamento de la Generalitat Valenciana, se trata de una de las canteras de arcillas pendientes de evaluación ambiental del grupo Pamesa y era «una evaluación ambiental esperada por el sector azulejero de la provincia que, una vez ha completado todos los trámites previos y documentación requerida, ha obtenido la evaluación ambiental favorable en cuatro meses».
Con esta nueva autorización, la Administración autonómica «traslada al sector su claro apoyo en un momento de incertidumbre por los efectos de la guerra de Ucrania, no sólo a través de esta autorización minera, sino de la agilización administrativa en la autorización de mejora de todas las industrias cerámicas de la provincia de Castellón, en todos aquellos proyectos de mejora y modernización de las instalaciones, del lado de la sostenibilidad global», afirman desde Transición Ecológica.
Todo ello, dada la alta dependencia de sector para la obtención de algunas materias primas de Ucrania, que como consecuencia de la guerra se ha visto afectada por problemas de abastecimiento, en búsqueda de nuevas posibles fuentes de suministro.
El grupo Pamesa trabaja desde hace tiempo en reducir la dependencia de importaciones de arcillas para el sector cerámico. Uno de los ejemplos más recientes es la autorización otorgada desde el Gobierno de Aragón para explotar una instalación en Teruel, concretamente en la localidad de Estercuel. Según los cálculos de la industria azulejera, está previsto que cada año se extraigan 600.000 toneladas anuales de arcilla durante un periodo de explotación de 23 años. Además, Pamesa también está a la espera de conseguir el permiso a otra explotación en la Comunitat, concretamente en la localidad valenciana de El Puig.
La patronal de industrias extractivas de la Comunitat, Arival, ha lamentado en diferentes ocasiones que las tramitaciones llegan a alargarse hasta una década, debido a la complejidad de la gestión burocrática, por lo que solicitan más agilidad para evitar que sectores como la construcción o la cerámica se queden sin materias primas para desempeñar su normal actividad.
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