Desconectar
Industria

Todagres, la caída de una firma pionera del azulejo de Castellón

11.10.2022 11:49

Todagres es desde hace unas semanas la triste protagonista del sector cerámico de Castellón. La anulación de su presencia en la feria Cersaie, con el estand ya montado, fue el prólogo de la comunicación de un ERE para el cierre de la compañía. Sus propietarios, el grupo murciano Fuertes, han tirado la toalla al no poder superar los problemas económicos que arrastraba la industria de Vila-real en los últimos años. Este martes está prevista la primera reunión entre los representantes de la empresa y los trabajadores para detallar los pasos previos a la liquidación, que ponen fin a 53 años de existencia.

Los orígenes y su crecimiento

Edición de Cevisama del 2019. La empresa Todagres celebró en las instalaciones de Feria Valencia sus 50 años de vida, en un estand que fue de los cinco mejores de ese año. Su veteranía era una de las principales señales de identidad, y su creación estuvo vinculada a un nombre pionero de la cerámica, José Soriano, que fue uno de los fundadores antes de unirse a los Colonques y crear la firma Porcelanosa.

Desde los inicios, Todagres estuvo ligada a la innovación. Está considerada como la primera empresa del sector que fabricó con arcilla blanca, en vez de la roja de uso común en las industrias de la provincia. Ahora, la mayoría de productos tienen como base la pasta blanca. Sus instalaciones abarcaron una superficie de 140.000 metros cuadrados y en los mejores tiempos siempre se adaptó a las últimas novedades. Uno de los hitos llegó en 1998, con la creación de un producto porcelánico exclusivo de altas prestaciones. El cambio de siglo ya supuso diferentes tensiones, con huelgas en las que se reclamaba el pago puntual de sus sueldos.

La llegada de nuevos socios

En mayor o menor medida, la trayectoria de la empresa en los últimos 20 años ha estado ligada al grupo Fuertes, un potente holding radicado en Murcia y centrado en la industria agroalimentaria, con elPozo como su principal marca. En el año 2003 entró en el accionariado de Todagres con el 31% de la propiedad. Al cabo de unos años llegó la devastadora crisis del ladrillo que se llevó por delante a una gran cantidad de empresas del azulejo. En el tramo final de la crisis, en septiembre del 2013, Fuertes se quedó con el 100% de la empresa. En esos momentos vendía productos a 50 países y facturaciones de más de 25 millones de euros, con un 55% de todo lo fabricado dedicado a los mercados internacionales.

La gestión en los últimos años no dio los resultados esperados. El final de la pasada década estuvo marcada por las pérdidas, el engrosamiento de la deuda y la reducción del negocio.

La crisis del gas que no pudo superar

Con estas complicaciones financieras, Todagres llegó a los últimos terremotos de la economía global. La pandemia paralizó la actividad durante la primavera del 2020. Muchas empresas remontaron el vuelo, pero otras quedaron --y así siguen-- tocadas en sus cuentas. El encarecimiento del precio del gas, las materias primas y los fletes del transporte ha puesto en aprietos a todo el sector. Desde el grupo Fuertes mencionaron esta misma semana que la triste decisión adoptada «responde a la situación actual y al complicado escenario de la empresa, derivado de su inviabilidad a nivel operativo y económico a lo largo de los últimos años».

Fuentes del sector señalaron que existía el deseo de poder pasar la propiedad de la empresa a otro grupo, pero en la actual coyuntura no hace propicios los movimientos de este tipo. El holding de Murcia, que no hace mucho presumía de una actividad diversificada, prefiere replegarse hacia sus negocios habituales. Por ahora el terremoto ya ha tenido su réplica en Azulejera Alcorense, que ha presentado un expediente de despido colectivo para 78 personas en su planta.

Las incógnitas sobre el final

Como tantas firmas del sector, Todagres estaba en un proceso de aplicación de ERTE, que afectaba a buena parte de la plantilla. Recientemente se levantó esta medida, aunque sin retomar la actividad en los hornos. Pero el principal indicio del inminente final fue la ausencia en Cersaie, con un estand montado pero completamente vacío.

Esta semana se espera el comienzo de las negociaciones para el despido colectivo, que entre otros interrogantes deberá despejar cómo será el proceso, y qué pasará con el estoc disponible, que se sigue vendiendo a los clientes. Mientras tanto, y a la vista del final que le espera, algunos empleados ya han salido voluntariamente para aceptar otras ofertas profesionales.

Temas relacionados