BARCELONA. Históricamente ocupada por apartamentos residenciales, y posteriormente utilizada como taller de conservación y mantenimiento, la segunda planta de la Casa Batlló se abrirá por primera vez al público como una galería dedicada al arte contemporáneo. El espacio acogerá dos exposiciones al año y el acceso podrá realizarse dentro de la visita cultural de Casa Batlló o mediante una entrada independiente.
Según María Bernat, directora de Casa Batlló Contemporary, «Casa Batlló Contemporary busca fomentar un diálogo entre pasado y futuro, situando el legado de Antoni Gaudí en un marco contemporáneo. A través del arte y la arquitectura, explora su visión radical desde el pensamiento actual, manteniéndose fiel a su espíritu innovador y disruptivo, en conexión con el dinamismo de la escena artística de la Barcelona de hoy».
La galería debutará con Beyond the Façade, una exposición creada por United Visual Artists (Matt Clark). La obra de este reconocido artista londinense, que combina arte, arquitectura y tecnología, se ha presentado en instituciones como la Royal Academy of Arts de Londres, el YCAM de Tokio o la Bienal de Sídney.
En esta exposición, United Visual Artists explorará los múltiples ciclos de la vida a través de la luz y el movimiento, invitando a los visitantes a verse reflejados dentro de la obra. Además, Matt Clark ha sido seleccionado como el artista responsable del Mapping 2026 de Casa Batlló, donde presentará una pieza inédita en la fachada concebida como prólogo de la exposición. Esta abrirá al público el 31 de enero, coincidiendo con el primer día del mapping.
La transformación de la segunda planta en galería, dirigida por Mesura, respeta la esencia del edificio al tiempo que introduce un lenguaje arquitectónico contemporáneo. El espacio ha sido restaurado preservando cuidadosamente los elementos originales que se mantenían —principalmente carpinterías y vidrieras— y ha sido reinterpretado como un punto de encuentro entre la memoria arquitectónica y la creación artística contemporánea.
El elemento más innovador es un techo metálico curvo, serigrafiado con ondas concéntricas que evocan la caída de una gota de agua en un lago en calma. Realizado mediante tecnología robótica, dota al espacio de «una identidad única y resuelve al mismo tiempo su estructura».
«Intervenir en un edificio de Gaudí es un sueño y una enorme responsabilidad. Nuestro objetivo fue crear un eco de su obra, un susurro que se suma a su universo sin alterarlo», explica Carlos Dimas, socio de Mesura.