La industria cerámica italiana logra mantener su estabilidad a pesar de las dificultades del 2022
- Imagen del acto en el que el azulejo italiano llevó a cabo el balance del 2021.
La industria cerámica italiana logró mantener en 2022 sus volúmenes de producción, ventas y exportación a pesar de la crisis energética que también ha afectado al país transalpino.
Según las cifras recopiladas por Confindustria Ceramica (no definitivas), Ceramics of Italy vendió alrededor de 458 millones de metros cuadrados de baldosas durante el año 2022 (+0,7% sobre 2021 y +13% sobre 2019). De ellas, 364 millones de metros cuadrados fueron acaparados por las exportaciones (+0,2%), mientras que más de 93 millones sirvieron para atender el mercado doméstico (+2,6%). La producción se estima que alcanzó los 448 millones de metros cuadrados, con un crecimiento del 3%.
Mercados al alza y a la baja
En su análisis geográfico, Confindustria Ceramica detalló que las exportaciones italianas tuvieron un buen rendimiento en el Golfo Pérsico y el Lejano Oriente; se mantuvieron estables en Europa Occidental, los Balcanes y América Latina, pero se redujeron en los mercados de Europa del Este, Canadá, Estados Unidos y México. El mercado nacional italiano representó el 20% de las ventas totales, mientras que el 48% de los volúmenes se vendió en otros lugares de la Unión Europea y el 32% restante se envió a mercados externos a la UE.
El presidente de Confindustria Ceramica destacó que «los desmesurados incrementos en el precio en todos los factores vinculados a la producción están ejerciendo una fuerte presión sobre la competitividad de nuestras empresas». «Ello, sumado a que el precio del gas en otras partes del mundo no ha aumentado tanto como en Europa, amplía la brecha competitiva entre nuestras empresas y las ubicadas fuera de Europa», ha expresado.
Demanda de «medidas estructurales»
Desde Confindustria Ceramica se han aplaudido las desgravaciones fiscales al gas y la electricidad lanzadas por los Gobiernos de Draghi y Meloni, pero recalcan que la crisis energética también necesita «medidas estructurales». Según Savorani, la actual situación en Italia mejoraría con acciones como la asignación de una mayor proporción del gas natural de producción nacional a las industrias intensivas en gas. Ello repercutiría «en una reducción inmediata de las emisiones de CO2 asociadas a las importaciones de gas y permitiría a las empresas de sectores no electrificables maximizar sus inversiones en la descarbonización del proceso productivo».
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